viernes, 6 de mayo de 2011

Los Primeros Auxilios: Manejo de Emergencias




 Los Primeros Auxilios son procedimientos terapéuticos que podemos aplicar a las víctimas de accidentes o enfermedad repentina, mientras llega la ayuda especializada. Están destinadas a conservar la vida del paciente, no agravar o mejorar el estado sanitario del mismo.


Las técnicas a aplicar son diferentes en cada caso, dependiendo de las necesidades de la víctima. Es necesario saber que hacer y que no.

Para qué son los primeros auxilios:


El objetivo de los primeros auxilios es:

Conservar la vida. 
Evitar complicaciones, tanto físicas como psicológicas. 
Ayudar en la recuperación de la víctima. 
Asegurar el traslado de las víctimas a un centro de asistencia.


Cómo actuar en caso de que se requieran primeros auxilios:

Ante un caso de accidente o enfermedad repentina, hay una serie de pasos que deben seguirse para una correcta asistencia a la víctima:

• Es preferible no hacer nada cuando no se tiene conocimiento de los procedimientos deprimeros auxilios. El desconocimiento puede llevar a tomar acciones que agraven la situación.
• Conservar siempre la calma, actuar rápida y tranquilamente, para no perturbar al lesionado.

• Nunca deje sola a una víctima. Solicite ayuda y el transporte necesarios. 
• Realice una inspección en busca de heridas o lesiones que no haya visto en primera instancia.

• A menos que sea necesario, es preferible dejar a la víctima en la misma posición.

• Si es necesario, proporcionar respiración artificial a la víctima. 
• En caso de hemorragias graves, intentar detenerlas comprimiendo la herida con vendajes o torniquetes, según el caso.

Hay ciertas acciones que nunca deben tomarse en caso de accidentes o enfermedades repentinas:

• No tocar las heridas con materiales sin esterilizar. Tampoco deben soplarse. 
• No hay que lavar heridas profundas o fracturas expuestas. Simplemente se las cubrirá con apósitos estériles.


• Las heridas se limpian hacia afuera, nunca hacia adentro. 
• No colocar algodón directamente sobre las heridas o quemaduras. 
• No aplicar tela adhesiva directamente sobre heridas o quemaduras. 
• Los vendajes no deben colocarse ni demasiado ajustados ni demasiado flojos.
• No dar de comer o beber a una víctima.

Técnicas de Enfermería

Las Técnicas de Enfermería, que van desde la higiene del paciente hasta los primeros auxilios y otros procesos médicos complejos, sirven como instrumentos para el enfermero, para que este pueda tratar a aquellos que se encuentren bajo sus cuidados. Aprender, dominar y practicar estas técnicas es de suma importancia, en aras de poder desempeñar en mejor medida la función primordial del enfermero: cuidar de los pacientes.

Entonces, entendemos que el enfermero debe ser en exceso meticuloso al poner en práctica las técnicas de enfermería, pues de estas podría depender,en relación a la gravedad de la condición de salud del paciente, la vida de una persona.

Encontramos, entre la amplia gama de técnicas de enfermería que existe, métodos para el cuidado de la piel, la higiene de los pacientes, la movilización de los enfermos, y, ya siendo más especificos, procesos médicos para atacar toda suerte de malestar, como una glucemia capilar, un sondaje rectal, una gasometría arterial o una inyección intramuscular. Estas técnicas de enfermería, indudablemente, son unas pocas de los cuantiosos procedimientos que existen.

El enfermero, por tanto, debe manejar a la perfección todas y cada una de las técnicas de enfermería, pues, evidentemente, no existe lugar para el error al tratar con vidas humanas, por lo que el aprendizaje, la preparación y el dominio de dichas técnicas es un proceso que el enfermero, o aquel que posea la vocación de la enfermería, debe acatar con suma dedicación, compromiso y empeño. Sólo así, empleadas por un enfermero capacitado y diligente, las técnicas de enfermería cobran su efectividad real, y son empleadas a plenitud, ya que, después de todo, las técnicas de enfermería son solo herramientas que tienen valor directamente proporcional a la pericia con la que las utiliza el usuario.

Cuidados de enfermeria

Los cuidados de enfermería se basan en una mezcla de técnicas médicas y psicológicas que ayudan a la recuperación completa del paciente, tanto del aspecto físico y médico, como del factor moral y anímico. Por tanto, el enfermero, o aquel que aspira a convertirse en uno, deberá dominar de manera eficaz y objetiva los conocimientos técnicos y teóricos de la enfermería, lo que le permitirá cuidar de la salud física de su paciente, pero también deberá manejar los métodos psicologicos, que le permitirán cuidar de la salud mental del paciente. Entonces, encontraremos en los cuidados de enfermería técnicas y métodos para ambos aspectos, con la finalidad de satisfacer la necesidad de cuidado del paciente de una manera absoluta.

Así pues, los cuidados de enfermería comprenden un elemento teórico y práctico, en el cual encontramos todas las técnicas de la enfermería, las cuales, únicamente, cuidan de la salud física del paciente. Encontramos, dentro de los cuidados de enfermería, en lo referente al cuidado de la salud física, métodos para la higiene del paciente, la movilización, el cuidado de heridas y la teoría para la medicación de los mismos.  

Además entre las técnicas de los cuidados de enfermería, evidentemente, encontramos técnicas psicológicas para cuidar el factor psicológico de nuestro enfermo. Alguno de ellos, por ejemplo, puede ser tan simple como sonreir al hablar con el paciente, o conversar de temas variados que hagan sentir bien a quien está bajo nuestros cuidados, permitiendole desahogar la carga emocional de esta manera. Recordemos que, aunque no lo paresca, el cuidado del estado emocional es igual de importante que el cuidado de la salud física de los pacientes, pues este les permite enfrentar la enfermedad, o el mal que les aqueja, de una mejor manera y con fuerzas anímicas renovadas.

Atención de Enfermeria

La atención de enfermería, como lo sabe aquel que ya se desempeña en el campo laboral de esta profesión, no se basa sólo en las diferentes técnicas y métodos aprendidos, a través de la práctica y la teoría, sino también en aplicar atención y cuidados para mantener y mejorar la salud mental de los pacientes. Así pues, el enfermero comprende que, con diferentes prioridades pero sin diferencia de importancia, el paciente debe ser tratado con atención de enfermería tanto en el aspecto físico como en lo moral y psicológico.

Para poder brindar la atención de enfermería correcta en lo referente al estado de salud físico del paciente, dominar sin titubear las técnicas y la teoría aprendida a lo largo de nuestra formación. El mundo de la enfermería, sin lugar a dudas, nos ofrece un sinfín de posibilidades al aplicar la amplia gama de técnicas de la enfermería que podemos encontrar, pero, indiscutiblemente, es importantísimo tener dominio sobre todas ellas, pues, dependiendo de la situación ante la que nos encontremos y la gravedad de la misma, algunas técnicas serán de mayor utilidad que otras. Por ejemplo, podríamos, después de desinfectar, aplicar puntos a un corte leve, pero, obviamente, sería mucho más conveniente un tratamiento mucho más básico y permitir que la herida sane por cuenta propia.   

Así mismo, la atención de enfermería se guía por el sentido común al aplicar cuidados para el estado moral de los pacientes. Por ejemplo, sería insensato brindar apoyo moral a un paciente que ha sufrido una caída o un accidente intranscendental, pero sería imprescindible ayudar moralmente a un paciente que ha experimentado daños a causa de un robo o un choque aparatoso.

Origen y evolución de la Enfermería





En siglos pasados los cuidados de enfermería eran ofrecidos por voluntarios con escasa formación, por lo general, mujeres de distintas órdenes religiosas. Durante las Cruzadas, por ejemplo, algunas órdenes militares de caballeros también ofrecían enfermerías, y la más famosa era la de los Caballeros Hospitalarios (también conocida por los Caballeros de san Juan de Jerusalén). En países budistas los miembros de la orden religiosa Shanga han sido tradicionalmente los encargados de los cuidados sanitarios. En Europa, y sobre todo tras la Reforma, la enfermería fue considerada con frecuencia como una ocupación de bajo estatus adecuada sólo para quienes no pudieran encontrar un trabajo mejor, debido a su relación con la enfermedad y la muerte, y la escasa calidad de los cuidados médicos de la época.
La enfermería moderna comenzó a mediados del siglo XIX. Uno de los primeros programas oficiales de formación para las enfermeras comenzó en 1836 en, Alemania, a cargo del pastor protestante Theodor Fliedner. Por aquel tiempo otras órdenes religiosas fueron ofreciendo también formación de enfermería de manera reglada en Europa, pero la escuela de Fliedner es digna de mención por haberse formado en ella la reformadora de la enfermería británica Florence Nightingale. Su experiencia le brindó el ímpetu para organizar la enfermería en los campos de batalla de la guerra de Crimea y, más tarde, establecer el programa de formación de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres. La llegada de las escuelas de enfermería de Nightingale y los heroicos esfuerzos y reputación de esta mujer transformaron la concepción de la enfermería en Europa y establecieron las bases de su carácter moderno como profesión formalmente reconocida.
Con la explosión del conocimiento técnico en el campo de la salud después de la II Guerra Mundial, el personal de enfermería ha comenzado también a especializarse en áreas particulares de asistencia sanitaria. Éstas incluyen áreas quirúrgicas, dentales, maternidad, psiquiatría y salud comunitaria. Dentro de cada una de estas especialidades se puede optar por una nueva especialización.